El alcance de un plan de reforestación abarca la definición clara de objetivos, la identificación precisa de áreas de intervención, la selección cuidadosa de especies vegetales, la descripción detallada de metodologías de plantación, la elaboración de un calendario de implementación, la gestión de viveros si es necesario, medidas de mantenimiento post-plantación, un sistema de monitoreo y evaluación a largo plazo, la posible participación comunitaria ( personal de apoyo y monitores locales) , y la garantía de cumplimiento de requisitos ambientales y legales. Este plan busca no solo restaurar la cobertura vegetal, sino también contribuir a la conservación de la biodiversidad, la captura de carbono, la prevención de la erosión del suelo y el cumplimiento de normativas ambientales.